En el esquema vemos el modelo de ciclo de vida centrado en el usuario, en donde el modelo de proceso se basa en tres pilares:
- La Ingeniería del Software clásica (columna en azul/izquierda (Análisis /Diseño /Implementación /Lanzamiento)
- El Prototipado (columna en verde/centro), cómo metodología que engloba técnicas que permitirán la posterior fase de evaluación.
- La Evaluación (columna en amarillo/derecha) que engloba y categoriza los métodos de evaluación existentes.
En este caso haremos énfasis en los prototipos y los diferentes métodos de evaluación que nos permitieron completar el modelo de proceso que escogimos y poder mostrar mediante el prototipado y la evaluación las mediciones de la usabilidad que nos permitieron mejorarla.
Como sabemos un prototipo es una representación limitada de un diseño que permite a los usuarios interaccionar con él y explorar sus posibilidades. El prototipo es una herramienta muy útil para hacer participar al usuario en el desarrollo y poder evaluar el producto ya en las primeras fases del desarrollo.
En una primera estancia tomamos en cuenta analizar cada uno de los tipos de prototipado existentes como:
- Prototipo de papel
- Storyboard
- Escenarios
- Videos
- Simulaciones
- Prototipo de software
Revisamos las características de cada uno de ellos, su descripción, su uso y sus ventajas. Es entonces cuando decidimos escoger la técnica de Prototipado de papel, dado que, este tipo de prototipo se basa en la utilización de papel, tijeras, lápiz o instrumentos que se pueden utilizar para describir un diseño en un papel, este sistema nos permitía una gran velocidad y flexibilidad.
Empezamos creando nuestro prototipo de la manera como nos imaginábamos sería la aplicación, de acuerdo a los requisitos planteados por el usuario final, donde se tuvo en cuenta el contenido y logo del grupo de investigación IDIS.
Se obtuvo lo siguiente:
Para poder simular las diferentes interacciones que íbamos a realizar con el sistema, se hizo una hoja para cada uno de los escenarios que íbamos a tener como resultado de las posibles interacciones que podríamos tener, donde luego apilaríamos estas hojas para que nos permitan simular la aplicación.
Para utilizar el prototipo de papel nos situamos en un escenario de uso futuro, en el que los integrantes del grupo hicimos las veces de diseñadores. El prototipo fue analizado por nosotros mismos donde en voz alta se fueron realizando las interacciones y se iban cambiando las hojas de papel en función de las mismas.
Nos dimos cuenta que el coste fue muy reducido, ya que necesitamos únicamente los recursos humanos dedicados a la realización del prototipo y además los cambios se podían realizar muy rápidamente y sobre la marcha. En caso de que el diseño no funcionara se podrían reescribir las hojas erróneas o rediseñarlas y volver a probar.
Sin embargo, creímos que este tipo de prototipo tal vez para el usuario final no sería el más conveniente, entonces tuvimos la idea de plasmar nuestro prototipo como una aplicación sin funcionalidad para mostrarla al usuario final, haciendo uso de la plantilla escogida por todo el grupo de trabajo, plasmando cada una de las ideas expuestas en el prototipo de lápiz y papel pero de una manera más clara teniendo en cuenta colores y espacios para menús, submenús, etc. Lo que finalmente logramos para esta primera iteración fue lo siguiente:
Es entonces cuando vemos la necesidad de mostrarlo al usuario final, para que este se encargara de realizar las diferentes criticas.
Utilizamos varios métodos de evaluación a varios usuarios, dependiendo del tipo de usuario así:
Técnica de evaluación de usabilidad del prototipo: “Pensando en voz alta”, realizado al Ing. Carlos Ardila, clasificado dentro de usuarios expertos.
Técnica de evaluación de usabilidad del prototipo: “Prueba de evaluación heurística”, hecha a estudiante de Ingeniería Industrial, clasificado dentro de usuarios inexpertos.
Técnica de evaluación de usabilidad del prototipo: “Prueba de evaluación heurística”, hecha a Diseñadora Gráfica, clasificada dentro de usuarios expertos.
Dando nuestros primeros pasos en la interacción con el usuario, descubrimos que la perspectiva que teníamos acerca del prototipo era muy diferente a la del usuario final, recibimos críticas muy valiosas, que tuvimos en cuenta en la siguiente iteración haciendo efectivos los cambios sugeridos por los usuarios.
Al hacer estas evaluaciones de usabilidad nos dimos cuenta que el usuario hace parte fundamental del equipo de trabajo, por lo tanto surgió la necesidad de la participación de cada uno de ellos en las diferentes fases del desarrollo para que el resultado fuese el esperado.
Para uno de los cumplimientos de los requisitos finales también implementamos la técnica de prototipado a lápiz y papel, dado los buenos resultados obtenidos al interactuar con el usuario en las primeras fases de desarrollo.
Decidimos mostrar nuestra idea al usuario para darnos cuenta si lo que nos pedía era lo que nosotros imaginábamos también, en este caso nuestro usuario final fue el ingeniero Libardo Pantoja, a quien se le enseño el siguiente prototipo de calendario:
Se utilizó la técnica de evaluación de usabilidad del prototipo: “Pensando en voz alta” donde el usuario nos manifestó que el calendario efectivamente era como él lo imaginaba y además hizo algunas sugerencias.
Finalmente, concluimos que la interacción con el usuario en las diferentes fases de desarrollo es muy importante, dado que con el pasar del tiempo se logra “coger el hilo” a la situación utilizando las diferentes herramientas que se nos proveen, en este caso el uso de prototipos que no dañen la comunicación desarrollador-usuario si no que por el contrario logre formar lazos de satisfacción y confianza.